El Concilio

jueves, 22 de septiembre de 2016

La Batalla de Baecula LES 2016

Buenas a todos.

Han pasado los días y cada vez se hace más necesaria una crónica que relate cómo se sucedieron los acontecimientos durante la recreación histórica de las LES de este año. Fue una jornada espectacular en la que todos los que estábamos metidos en esto desde hacía semanas nos lo pasamos realmente bien.

Y como no quiero aburrir, voy al lío:

BATALLA DE BAECULA

Corre el año 208 a.C. e Hispania es en este momento el centro de una de las contiendas más brutales de la antigüedad: La II Guerra Púnica.

Escipión (quien posteriormente será conocido como el Africano ) acaba de conquistar Qart Hadasht /Cartago Nova (actual Cartagena) con un ataque sorpresa, y se dispone a combatir nuevamente a los cartagineses en la que será su primera gran batalla frente a ellos. Asdrubal Barca, hermano menor de Anibal, al conocer los planes de Escipión reforzó su posición en las cercanías de Baecula (situada en lo que hoy sería la provincia de Jaén).
...

Para representar esta batalla optamos por Arte de La Guerra, reglamento que lleva unos años gozando de una indiscutible buena salud y cuyo sistema de puntos hace relativamente sencilla la ejecución de un proyecto de esta envergadura. Siendo la partida habitual de 200 puntos, aumentamos ese número a 500. Los mínimos y máximos los multiplicamos por 2,5 y aunque sí hicimos algunas pequeñas modificaciones (en favor de nuestra disponibilidad de miniaturas y adecuación histórica) se podría decir que cumplimos a grandes rasgos con lo estipulado en el reglamento y las listas que aparecen en la segunda mitad del libro.

500 puntos en los que, aunque nos permitimos algunas licencias históricas, creemos haber representado con cierta fidelidad, dentro de nuestras posibilidades, la batalla en sí.

Las listas de ejercito:

Lista de las fuerzas de Asdrubal.  (Las denominaciones de las tropas son orientativas)

Lista de las fuerzas de Escipión.  (Las denominaciones de las tropas son orientativas)

La mesa y el despliegue:

En la batalla de Baecula, el campamento cartaginés estaba situado en lo alto de una colina que contaba con dos amplias terrazas, las cuales fueron empleadas por la infantería ligera cartaginesa para ganar ventaja. Los auxiliares y velites romanos, en lo que debió ser una proeza de grandes magnitudes, tomaron terraza tras terraza pagando, eso sí, el precio de la sangre para cada metro de terreno ganado.


Con la idea de garantizar una cierta jugabilidad pero sin dejar de representar los elementos icónicos de la batalla, como las mencionadas terrazas y el atrevido y ambicioso despliegue romano, optamos por el siguiente despliegue:

Despliegue inicial.
En lo alto de la colina, en la parte central y más alejada, se encuentran los lanceros púnicos, 12 peanas de lanceros que si todo iba bien, no tendrían que combatir ese día.

En primer plano, el flanco comandado por Escipión.

Gracias a unas pequeñas reglas adicionales pudimos manejar 500 puntos con 5 generales. Tanto Asdrubal como Escipión podían dar uno de sus PiPs a un general que estuviera a 12 UD de él. Además, los dos generales estrategas usaban un dado promediado para calcular sus PiPs al inicio del turno. Por último y con intención de favorecer las dobles filas, se estipuló que las unidades de Infantería Media e Infantería Pesada daban apoyo al combate a las tropas aliadas (del mismo tipo) situadas frente a ellas, dentro de su ZoC.

Estos simples añadidos favorecieron unas formaciones ligeramente más históricas sin descompensar el juego.

 La batalla:

Inicio

Desde un principio quedaron claras las intenciones. Los cartagineses y sus aliados avanzaron hasta el limite de la primera terraza y esperaron allí a los romanos, que avanzaban con decisión. Las sorpresas quedarían para cuando comenzasen los combates.

Los aliados hispanos corren a coger una posición ventajosa con la que poder defender el flanco izquierdo del ejercito púnico.

Los lanceros se quedan junto al campamento.

El mando cartaginés dejó a la infantería ligera la tarea de frenar el avance de los auxiliares romanos que atacaban por el centro. Que los lanceros púnicos se moviesen dependería del éxito, o el fracaso, de las jabalinas y piedras de los íberos y númidas apostados en la primera terraza.

El centro romano avanza hacia la linea formada por la infantería ligera del bando cartaginés

Aspecto tras los primeros movimientos.
Nudo
El flanco izquierdo romano, liderado por Escipión, se lanza a la carrera, con la idea de entrar en combate cuanto antes. Por otro lado, el flanco de Lelio (lado derecho romano), se decantaría por un avance más conservador. No obstante, donde se sucederían los primeros enfrentamientos sería en el centro. Los auxiliares de Terebelio y Sexto Digicio consiguieron llegar hasta la primera terraza sin sufrir apenas daños. Durante esos turnos, la puntería brilló por su ausencia en el mando cartaginés.

Los Auxiliares alcanzan la infantería ligera cartaginesa (centro).

Tras pasar por encima de los hostigadores, los auxiliares romanos (infantería media y ligera) corrieron en dirección al campamento de Asdrubal. Pero entre ellos y el campamento, había unos lanceros púnicos con muy mala leche. Hay que decir que no todos los honderos y jabalineros del centro púnico fueron destruidos. Desperdigados, los supervivientes protagonizarían durante la partida, pequeñas escaramuzas contra otras tropas ligeras romanas.

Los lanceros se preparan para frenar el avance de los auxiliares romanos (centro).

Al no haber tanta presión en el flanco izquierdo cartaginés, unos celtíberos mercenarios (infantería pesada impetuosa) pudo darse la vuelta y pillar por sorpresa a los romanos, que ya avanzaban en busca de las lanzas cartaginesas.

Los celtíberos atacan a los auxiliares romanos justo antes de que estos entren en combate con los cartagineses (centro).

Por los flancos la cosa también comenzó a ponerse interesante y la sangre no tardó en hacer aparición. El flanco derecho cartaginés, (aquel que tendría que enfrentarse a Escipión), comenzó sufriendo presión desde el principio. No obstante, los íberos y númidas supieron aguantar las primeras embestidas de los hastati y el desgaste se produjo de una manera más gradual de la esperada. La caballería también tuvo su protagonismo, intentando apoyar a la infantería y sobretodo evitando que la caballería enemiga hiciera lo propio en su bando.

Caballería cartaginesa frente a la caballería romana (flanco derecho cartaginés).

Enfrentamiento encarnizado a los bordes de la primera terraza (flanco derecho cartaginés).

En el otro extremo del campo de batalla, los romanos aniquilaron en un solo turno una primera fila de íberos pero se estancaron con la siguiente tanda, cuyas tropas atrajeron las buenas tiradas de dados, deseosa de vengar a sus hermanos. La caballería también tuvo su momento de gloria en este flanco. Ambas caballerías se enfrentaron en pequeñas escaramuzas donde los númidas no se dejaron coger en ningún momento. Ambos generales (romanos y cartaginés, incluidos en las unidades) morirían tras varios turnos de tira y afloja.

La caballería númida huye mientras la cartaginesa se enfrenta al general romano que lideraba la caballería (flanco izquierdo cartaginés).

Desenlace

Bien entrada la tarde, los dos ejércitos seguían enfrentándose sin descanso y no terminaba de quedar claro quién iba a ganar. las bajas eran cuantiosas en ambos ejercitos y unos pocos movimientos podían terminar decantando la partida hacia un lado u otro.

El centro romano fue finalmente aniquilado por los lanceros púnicos, los cuales corrieron a apoyar los flancos, a los que no les iba especialmente bien. En el flanco izquierdo cartaginés, los romanos acabaron con más del 70% de los íberos, haciendo huir a los jabalineros y destruyendo a casi la totalidad de los scutarii. El precio que pagaron fue la vida de los hastati y parte de los triarii, a los que no les fue muy bien en el enfrentamiento que tuvieron contra la infantería pesada celtíbera. Lo ocurrido en este flanco dio fe de lo ajustada que estaba la partida: sí bien los romanos parecieron sobreponerse a las tropas del bando cartaginés, no llegaron a sobrepasasar la primera terraza.

Los últimos reductos del flanco izquierdo cartaginés continúan frenando el demoledor avance de las tropas romanas.

En el otro extremo, los romanos sí consiguieron (al menos parcialmente) subir a la primera terraza. Las tropas romanas, más duras que la infantería media a la que se enfrentaron durante varias oleadas, mostraban cómo con perseverancia y tiempo, la infantería pesada puede ser como una apisonadora (al menos en estos casos). En este caso ambas partes también sufrieron una gran cantidad de bajas.

Los romanos avanzan rompiendo las líneas de hispanos y númidas (flanco derecho cartaginés).

En el último turno ambos ejércitos se encontraban en situación de reclamar la victoria para sí. Los cartagineses necesitaban 7 puntos para vencer, mientras que los romanos ganarían con tan solo 4 puntos. El flanco izquierdo cartaginés se había resuelto con copiosas bajas para ambos bandos y las tropas supervivientes se encontraban esparcidas y anuladas, con tan solo dos pequeños combates en cierne. En el centro, los cartagineses se habían impuesto pero las tropas se encontraban muy alejadas como para llegar a decidir la partida en un solo turno. Así pues, todo dependía de lo que ocurriese en el flanco derecho cartaginés. La situación era desesperada por lo que se recurrió a medidas desesperadas. Escipión entró en combate con el objetivo de darle la estocada fina la unos íberos que llevaban padeciendo toda la jornada. Poniendo toda la carne en el asador, los romanos pudieron, finalmente conseguir los puntos que le faltaban y ganar la batalla. Una maniobra arriesgada que de haber salido mal (en ocasiones los dados son traicioneros) le hubiera dado la victoria a las tropas de Asdrubal.

Aspecto final de la partida.

El resultado final no podría haber sido mejor. Los dados acompañaron la intención de recrear la historia y le dieron una victoria a un Escipión exhausto, el cual decantó la batalla a su favor con una maniobra épica. El número de bajas fue elevadisimo en ambos ejércitos; a 3 puntos se quedaron los cartagineses del empate.
Imagino que viendo diezmadas gran parte de sus tropas, Asdrubal se replegaría con sus lanceros y con el oro y los elefantes del campamento y emprendería una apresurada huida hacia el interior de Hispania. ¿A donde irá? Pues imagino que sus intenciones son cruzar los Pirineos y reunirse con su hermano Anibal en Italia. Por otro lado, Escipión comienza a labrarse una reputación que lo catapultará a la inmortalidad en la historia. Ya veremos qué pasa, nosotros nos lo pasamos excepcionalmente bien en una jornada donde pudimos disfrutar de esta pedazo de batalla (de esta y otra de la que ya os hablaré).
Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a todos los que estuvieron allí ese día. Sin la aportación de las miniaturas que muchos prestaron al proyecto, no hubiera sido posible alcanzar la cifra de 200 placas de DBA.
Repetiremos.
¡Un saludo!

martes, 6 de septiembre de 2016

Recreación histórica en las LES 2016



Un servidor junto con varios del foro de La Armada nos hemos liado la manta a la cabeza y hemos preparado una buena para esta edición de las Ludo Ergo Sum 2016.

La batalla de Baecula, la batalla de las Navas de Tolosa, más de 800 miniaturas sobre la mesa...

Este sábado sabremos más.